Admiro la facilidad que tiene la musica para evocar sensaciones, para despertar sentimientos, para aliviar el alma....
Escucho el adaggio de Albinoni.... Me siento tan pequeña en la inmesidad de sus notas que hasta los problemas se vuelven insignificantes... A medida que la melodia me va impregnando, empiezo a formar parte de algo tan inmenso como el universo.... Surge la metamorfosis y las inquietudes se hacen universales, consiguiendo formar parte de algo tan grande como es el ser humano en su misma esencia...
El vibrar de las cuerdas del violin, suaviza los desencuentros mas escondidos. Una calidez sublima mi pequeño yo y empiezo a ser nosotros... Mis necesidades son infinitamente mas pequeñas y en cambio mis expectativas son mucho mas grandes....
Me siento feliz por tener aun la capacidad de soñar..... Hay un mundo esperando que los sueños se hagan realidad.... ¿ Me acompañas?
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